Este capítulo es todo de crítica literaria. En parte responde al propósito de Cervantes de
combatir los malos libros de caballería; pero en la biblioteca de Don Quijote
aparecen también obras de otros género que son objeto de los juicios del cura y
del barbero. De la obras que se salvan de esta condena está por ejemplo, entre
los libros de aventura, "El Amadís de Gaula" mientras queda en
suspenso la Galatea, novela pastoril
del propio Cervantes que publicó en 1585. Este episodio nos revela los gustos
literarios y a veces las amistades o enemistades personales del autor.