El Manierismo
El Manierismo es el periodo artístico que va desde 1520 hasta 1610 en toda Europa. El término “Manierismo” deriva del italiano "maniera", que se aplicaba para designar a los artistas que eran meros imitadores de los grandes maestros, esencialmente Miguel Ángel, Rafael y Leonardo, tanto para los que eran considerados como imitadores de una forma fría e impersonal como aquellos que incluían algún matiz creador u original. Se empleaba por tanto la expresión "manierista" con la significación equivalente a “modo” o “manera”, y como tal los artistas que así eran designados se englobaban dentro del Renacimiento. A partir del siglo XVII, Bellori y otros opinaron que el Manierismo era un movimiento de ínfima calidad, que se producía después del Renacimiento clásico. En el siglo XX se inició su valoración, sobre todo debido a autores como Hauser y Dvorak, que han dado forma a una tendencia dominante que considera al Manierismo como un estilo artístico, independiente y con entidad propia. Es decir, se ha pasado de una valoración peyorativa del término a una acepción mayoritaria que le define por una serie de valores intrínsecos propios.
Este movimiento se caracteriza, en su estado más puro,
por composiciones en las que se rompe el equilibrio, lineas diagonales
quebradas, espacios inestables, fuertes contrastes de luz y sombra, colores de
tintas discordantes, estilizamiento de los cuerpos, con cabezas pequeñas y
extremidades desproporcionadas. El Manierismo supone, con respecto al
Renacimiento clásico, un distanciamiento, la ruptura de la unidad espacial y
del equilibrio. Frente al agrupamiento masivo de figuras se oponen espacios
vacíos y los motivos principales pasan a situarse en un segundo plano, mientras
que los secundarios adquieren una capital importancia (véase, por ejemplo, la
pintura San Jorge y el dragón
de Tintoretto).
Esta quiebra en la armonía tiene su base en
acontecimientos sociales que ponen en crisis los ideales y las conciencias del
tiempo, como fue la ruptura en la unidad de la Iglesia con la Reforma
protestante, la epidemia de peste de 1522, la invasión de Italia por tropas
francesas y españolas, el Saco de Roma en 1527, la crisis económica provocada
por la introducción del racionalismo económico, los cambios tecnológicos y el
nacimiento de la concepción científico-natural del mundo.