Brujería
LAS BRUJAS Y SU FUNCIÓN
Cervantes en esta novela habla del mundo de la brujería, a
través del personaje de la bruja Cañizares y de su relación con el demonio.
Se puede ver también una referencia al tribunal de la Inquisición y a la
mitología clásica en las figuras de las brujas de la tradición greco-latina:
Erito, Medea y Circe.
Chiara Tentori
LA PROFECÍA
La profecía de la bruja Camacha sobre la
naturaleza de los perros hablantes, oráculo que expresa la esperanza de los
pobres "abatidos" de verse algún día en el lugar de los ricos
"soberbios", le sirve a Cervantes para sintetizar su concepción de
la vida humana y del valor de la obra artística. El autor juega con esta
revelación "bíblica" y la relaciona con su visión de la literatura
como herramienta para representar e interpretar el mundo. Según él, la obra
artística es un acto de creación y distracción, que entretiene al lector por
medio del deleite de la descripción de la realidad.
En esta concepción de la literatura,
Cervantes expresa lo que podemos llamar su "yo intelectual", una
estructura de ideas y actitudes vitales, una especie de autorretrato que se
refleja en su manera de narrar. Su intención es la de aproximar la
literatura, que es ficción, a las múltiples facetas de la experiencia humana.
De hecho, el autor recrea en El Coloquio de los perros una realidad compleja,
incorporando datos históricos y lugares físicos conocidos por un lector
medio. En resumidas cuentas, Cervantes llega a afirmar la coprimacía de la
literatura con la historia, como medio para comprender las verdades de la
vida humana.
Sara Calati
BRUJERÍA COMO PRETEXTO NARRATIVO
En el siglo XVII, la pérdida de la
hegemonía política, la miseria y una serie de derrotas en el extranjero,
destruyen buena parte del Imperio español. Frente a tal estado de cosas,
vuelven a plantearse las cuestiones que el Renacimiento no había resuelto, en
particular las de matriz religiosa: la noción cristiana del pecado original,
las supersticiones y el concepto de una nueva religión.
En el episodio del encuentro de Berganza con la Cañizares,
Cervantes nos comunica su visión de la vida religiosa y de la hechicería. En
primer lugar, él quiere criticar las
supersticiones que la sociedad tiene hacia las brujas. Además, Cervantes
transforma la brujería en simple pretexto narrativo. Todo el episodio está
construido en una perspectiva didáctica, que mira a disipar las
supersticiones relativas a los supuestos poderes de las brujas.
Laura Bernardelli
LA ATMÓSFERA MÁGICA
Todo el encuentro está marcado por
un halo misterioso, se desarrolla por la noche y todo esto ocurre para
subrayar el tema de la magia:“… llegóse , en fin, el punto de verme con ella
en su aposento que era escuro, estrecho y bajo, y solamente claro con la
débil luz de un candil que en él estaba”. La oscuridad, la estrechez y el
hecho de que la casa sea baja son elementos que alimentan la idea de que se
desarrollará algo misterioso.
Francesca Donatacci
LA BRUJERÍA COMO
PODER FEMENINO
La primera
pregunta podría ser: ¿por qué escoger la magia como escenario de los
acontecimientos? La respuesta encuentra sus raíces en la ideología de
Cervantes. Su idea era que el mal estaba radicado en nosotros de dos formas:
por inclinación y a través de una manera errada de comportarse. En este
sentido la magia sería la realización del mal por medio de nuestras acciones:
“el hecho de ser brujas se hace carne y sangre del vicio.”
Las palabras mágicas
representan la comunicación material con el mal, mientras que los objetos son
símbolos de la realidad que se quiere cambiar. La bruja cubre su cuerpo con
ungüentos, porque quiere adquirir otra dimensión. La superstición y la
hechicería ponen las bases para ampliar los confines de la realidad: el rito
recrea una comunicación entre lo finito y lo infinito. Pero, si se analiza la
profecía anunciada por la Camacha, encontramos una paradoja, fundamental para
entender el sentido de la magia: los perros volverán a ser humanos cuando los
hombres dejarán de ser bestias. No es difícil comprender que esto nunca puede
verificarse: paradójicamente, una profecía (que algo tiene que ver con la
magia), elimina toda posibilidad de éxito de la magia misma.
Sara Colombo
La bruja Cañizares al comenzar su
confidencia, hace una descripción de la Camacha y de sus poderes mágicos,
antes de pasar a hablar de la Montiela y de sí misma. Deja vislumbrar un
mundo principalmente femenino, a través de un conjunto de tres mujeres cuyas
relaciones entre sí excluyen lo masculino. En esta historia, las mujeres
están unidas por una especie de convivencia compleja que comprende amistad,
amor, envidia y malicia y, sobre todo, la práctica de dos artes ocultas: la
hechicería y la brujería
Chiara Tentori
Elena Pignotti
Las creencias y las supersticiones iban difundiéndose;
eran factores importantes de la sociedad, donde la figura femenina empezó a
adquirir, después de los años en los cuales se valoraban los magos, una
posición de primer nivel. Todas las brujas que aparecen en la novela -sin
actuar- son mujeres.
Francesca Donatacci
La mayor parte de los personajes que
tienen que ver con el aspecto de la brujería son representados a través de la
voz de una sola bruja, la Cañizares. El escoger a una bruja y haberle dado un
papel fundamental en el texto es, sin duda, síntoma de valor por parte del
autor, sobre todo si tenemos en cuenta que se trata de una época en la cual
la figura de la hechicera era un estereotipo del mal y la mujer siempre se
quedaba en segundo plano.
La magia en este caso sería fuente de
comunicación, donde las palabras tienen poder, los objetos son símbolos, las
unturas son el punto de contacto con otra dimensión.
Veronica Bettinelli
BRUJERÍA Y ENGAÑO
El episodio de la bruja representa
el momento cumbre de la novela, en el cual culmina la relación entre engaño, humildad y magia. Es necesario
considerar lo que representa la figura de la hechicera, que encarna todos los
vicios y la maldad. Es vieja y eso puede ser un medio para subrayar que el
vicio persiste siempre en el hombre. Ella sigue conduciendo su vida en el
engaño y Cervantes a través de este personaje trata de hacernos comprender que la realidad puede
engañar, porque el hombre está decidido a dejarse engañar a su vez. El hombre
que no quiere oír a su espíritu, se engaña a sí mismo. La bruja está
consciente de condicir una vida de engaño y falsedad, pero se da cuenta
también de que es más facil seguir actuando de esta manera que redimirse y
confiar en Dios.
Giuliana Rossi
LA MAGIA COMO
EVASIÓN
¿Por qué Cervantes utiliza
precisamente la figura de la bruja? Porque ella es el símbolo de la magia,
del mundo oscuro y desconocido de la
brujería. La magia es un tipo de evasión, una realidad paralela, maligna y
perversa, así como malignos y perversos son el vicio y la hipocresía de los
hombres.
Giuliana Rossi
BRUJERÍA Y RELIGIÓN
La atmósfera mágica es el
instrumento para poner el hombre en contacto con el espíritu religioso.
Cervantes quiere poner al lector frente a todo lo repugnante que hay en su
existencia. La bruja le provoca a Berganza asco, tristeza y temor por su
aspecto exterior, pero también por su condición espiritual y por la atmósfera
funesta que la rodea. Le causa tanta repugnancia que al final él sólo quiere
salir de su habitación y volver a ver el cielo. Considero que el cielo aquí
puede ser símbolo de Dios. Así como Berganza frente a la hechicera prueba una
sensación de fastidio y de asco, el hombre, a través de esta obra, tiene que
darse cuenta del vicio y del engaño que está dentro de él y dentro de la
sociedad. de su época y empezar a salir de todo esto y volver con su espíritu
a Dios.
Giuliana Rossi
TROPELÍA
Con el término eutrapelia Aristóteles
había designado en la obra Ética a Nicómaco, una virtud que, según él, debían
tener todos los hombres: la de saberse divertir moderadamente. Para
Aristóteles, el hombre ideal es el que es capaz de abandonar sus actividades
serias para divertirse sin excesos y volver con fuerzas renovadas a su
trabajo. Sucesivamente, en el siglo XVII, la palabra se deforma (de
eutrapelia pasa a tropelía) y se define como "un entretenimiento de
burlas graciosas sin perjuicios como son los juegos de mastrecoral". En
resumidas cuentas, el término pierde toda referencia a la virtud del
entretenimiento moderado de su origen etimológico, para designar
exclusivamente la manipulación en sí misma. Con este significado aparece en
El Coloquio de los perros, cuando la bruja Cañizares le revela a Berganza que
en realidad no es un perro, sino un ser humano:
“Sé que eres persona racional y te veo en semejanza de perro, si ya no es
que esto se hace con aquella ciencia que llaman tropelía, que hace parecer
una cosa por otra”.
Estas palabras pueden ser consideradas
como una posible clave argumental de la novela e interpretadas como una
definición del arte literario. De hecho, El coloquio de los perros es un
universo tropélico en el que continuamente se hacen pasar unas cosas por
otras, para divertir con moderación a los lectores. Debemos imaginar a
Cervantes como un prestidigitador, que busca entretener a su público con
inofensivos juegos de mano, mediante los que cualquier hecho imposible es,
durante los instantes de la lectura, posible y verosímil.
Sara Calati
LA TROPELÍA O DE LA APARIENCIA QUE ENGAÑA
La palabra tropelía la utiliza la Cañizares para
nombrar el arte mágico del cual se servía la hechicera Camacha para convertir
a los hombres en animales. Pero, mientras aparentemente la Camacha emplea esa
ciencia mágica sobre los otros seres humanos, la Cañizares la utiliza sobre
sí misma. Se
muestra a los demás como una buena y humilde hospitalera, pero en realidad
declara a Berganza ser una bruja: “Heme acogido a ser hospitalera; […]Vame
mejor con ser hipócrita que con ser pecadora declarada.[…] Bruja soy, no te
lo niego.”
De esa manera la Cañizares, “con su
caparzón de fingidas virtudes, puede protegerse contra la sociedad y aun
hacerse pasar por una santa.” (Casalduero, 259) Se revela una mujer hipócrita
que “ sumida en el pecado, no tiene fuerza de voluntad para implorar la ayuda
de Dios, pero sí la tiene para enmascarar su maldad.”
Benedetta Regalia
BRUJERÍA Y
RELIGIÓN
Dentro del largo relato de la Cañizares,
aparece también la narración de la Camacha, que existió realmente en la mitad
del XVI y fue procesada por el tribunal de Córdoba por brujería. Por medio de
las referencias biográficas, el autor quiere dar credibilidad a su novela, de
manera que sus lectores no la consideren únicamente fruto de invención y de
fantasía. La referencia real invita a tomar en serio lo que Cervantes está
diciendo.
La Cañizares habla de
su vicio de ser bruja, que no quiere dejar, y añade que el vicio de envidia
fue causa de la muerte de la bruja Montiela. Pero el elemento más importante
en el relato de la bruja es su largo excursus sobre el pecado y la gracia, en
el cual ella misma se contradice: reconoce la omnipotencia de Dios y su
inmensa misericordia, aunque más grande es la incapacidad de dejar el pecado
y los deleites que el demonio le ofrece. El autor parece comprender las
flaquezas humanas, porque como dice Américo Castro “los estímulos morales,
sancionados por la religión, hallan su límite en otros impulsos vitales
basados en la naturaleza”.
Sobre el asunto de la
brujería, muy difundida en aquel entonces, Cervantes quiere mostrar todas las
dudas que el hombre racional tenía y, además, refiriéndose a las hierbas y a
las unturas, trata de darles una explicación científica. Prefiere no resolver
el problema, sino introducirlo en una ficción poética más compleja y por lo
tanto inventa la profecía de la Camacha, y deja sin resolver la cuestión del
origen de los perros.
Claudia Carapezza
La gente prefiere abandonarse a las
ciencias ocultas, porque la religión no logra responder a sus preguntas y a
sus necesidades. A veces Dios puede ser más misterioso que la magia, que todo
lo envuelve en su mundo oscuro y peligroso, que confunde la realidad con la
ficción.
Sara Colombo
LA BRUJERÍA COMO
PROBLEMA SOCIAL
El autor es muy preciso y casi científico
en la descripción de los convites, de la presencia del ‘cabrón’, de los
ungüentos que usan las brujas. Su propósito no es el de resolver el problema
de la brujería, sino el de mostrar el grave problema social que afligía a la
España de su tiempo.
Valeria Mazzocchi
El autor quiere subrayar, con la
figura de la bruja, la confusión que reina en su sociedad, cuánto es difícil
vivir y nos presenta como alternativa la magia que - como parte irracional
del hombre - es un modo para afrontar las dificultades de la vida, “es una
búsqueda de felicidad alternativa”, es como una respuesta a la tristeza “la
magia ha sido siempre una respuesta a la sensación de desesperanza que tiene
el hombre en un mundo del mal que no puede controlar” y a la soledad, no es
casualidad si las brujas se reunían en convites a los que la Cañizares hace
mención cuando dice a Berganza : “Hay opinión que no vamos a estos
convites sino con la fantasía en la cual nos representa el demonio las
imágenes de todas aquellas cosas que después contamos que nos ha sucedido”;
en ella toda la realidad se ha hecho fantasía y se ha confundido con la
fantasía.
El encuentro del perro con la bruja da luz al problema del
culto de la brujería que era un culto difundido; las creencias y las
supersticiones iban difundiéndose.
Francesca Donatacci
LA BRUJERÍA COMO CONTACTO CON EL ELEMENTO RELIGIOSO
La atmósfera mágica de
brujerías y hechizos en la noche de aquelarre, la utiliza Cervantes para
poner al hombre en contacto con el espíritu religioso. La vista de Dios le
ciega y sólo puede contemplar al demonio.
“… todas las desgracias que vienen a las
gentes, a los reinos, a las ciudades y a los pueblos; las muertes repentinas,
los naufragios, las caídas, en fin, todos los males que llaman de daño,
vienen de la mano del Altísimo y de su voluntad permitente; y los daños y
males que llaman de culpa, vienen y se causan por nosotros mismos. Dios es
impecable; de do se infiere que nosotros somos autores del pecado ”.
El demonio domina el
concepto de la vida moral y de sus prácticas trasgresivas, y es testimonio de
la obra divina. Él solo atestigua por sus mañas la existencia de Dios. En
España la persecución hacia las brujas fue muy encarnizada. El tribunal de la
Santa Inquisición envió sobre la hoguera a muchas mujeres que praticaban el
arte de la magia: “…los señores inquisidores con algunas de nosotras que han
tenido presas…”
Chiara Tentori
LA BRUJERÍA COMO RECURSO NARRATIVO
Cervantes parece encontrar en el asunto de la brujería
el elemento narrativo ideal para la representación de la realidad a través de
la fantasía. Las brujas y
sus hechizos son algo real e irreal al mismo tiempo: la brujas son personas
reales, sus hechizos son muchas veces irreales. El autor quiso subrayar y
enfatizar este aspecto, sobre todo por las palabras y los cuentos mismos de
la bruja Cañizares, que alternan una firme creencia y fidelidad en la
brujería con una fuerte duda sobre hechos y hechizos.
De
esta manera fantasía y realidad tienen el mismo valor, “no hay que
diferenciarlos”. Cervantes está libre de contar algo inverosímil sin correr
el peligro de que los lectores no entiendan las referencias con la sociedad
real.
Francesca Gilardengo
INQUISICIÓN Y
BRUJERÍA
Desde
el punto de vista del aspecto social, hay que subrayar que en la época de la
Inquisición todo mundo estaba convencido de que las brujas existían de
verdad. Desde el puntode vista religioso, en cambio, la Inquisición es un
medio eficaz empleado por la Iglesia Católica para combatir contra sus
enemigos religiosos. El uso de la tortura como práctica para obligar a las
brujas a confesar su relación con el diablo puede relacionarse con el tema de
la tropelía.
Nicoletta Ronchi
IDENTIDAD,
FEALDAD Y MALDAD EN LA BRUJERÍA
La Cañizares se presenta junto a dos
mujeres que mostraban el amor por la hechicería (la Camacha y la Montiela),
afirma ser un poco “medrosilla”, pero que se “contentaba de conjurar una
media legión”, representando el mal. Está descrita negativamente, como una mujer
horrorosa: “Era larga de más de siete
pies,….con la barriga que era de
badanes,… las tetas semejaban a dos vejigas de vacas secas y arrugadas…”. La
fealdad es otro elemento que califica el mal; toda su figura física es una
señal de su maldad interior, su rudeza es símbolo de degradación física (dice
que tiene más de 60 años) y también moral.
Francesca Donatacci
La bruja trabaja en el hospital y a través de sus palabras sabemos que
ella ha “querido dejar todos los vicios de la hechicería en el que estaba
engolfada muchos años había y sólo me he quedado con la curiosidad de ser
bruja, que es un vicio dificultosísimo de dejar.”
Su nombre es Cañizares y
habla con el animal/hombre , contándole una profecía. La noche es el marco de
la novela y el encuentro occurre en el aposento de la bruja “que era oscuro,
estrecho y bajo y solamente claro con la debil luz de un candil...”
Paolo Montixi

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