“Volver”,
Carme Riera
Análisis de
Melissa Balconi,
Francesca Bussa, Erica Cadei, Vera Cantù, Bernardo Clericetti,
Margherita Fossali,
Patrizia Gaverio, Katia Moro
Después
de la muerte de la Unión de Centro Democrático, el Partido Socialista accede al
poder en 1982. El nuevo gobierno dispone de una mayoría absoluta, que favorece
todas sus decisiones, como la legalización del aborto, que representa el primer
paso de una política laicista, pronto consolidada por las leyes educativas
sucesivas. La integración en la OTAN y el ingreso en la CEE confirman la
inserción de España en la órbita occidental.
Siempre
en este período, se entabla una campaña de control férreo sobre todos los
poderes decisorios o con capacidad de influencia: el Tribunal Constitucional,
el Consejo General del Poder Judicial, la Radiotelevisión pública e incluso las
radios y televisiones privadas, los periódicos regionales y los órganos
intermedios. En el frente opuesto a las euforias oficiales, se contraponen
elementos como el paro, el terrorismo, la delincuencia, el desarme moral de la
sociedad, obteniendo, como efecto inmediato, la corrupción en todos los
niveles.
A
finales de los Sesenta y principios de los Setenta, la literatura va
dirigiéndose a un público cada vez menos exigente. Es una literatura de
consumo, pensada para el lector del fin de semana: una literatura fácil de leer
y de olvidar: una literatura light.
Esa expresión hace referencia a la producción literaria de ese período, una
producción despreocupada, que ha perdido la función crítica que la había
caracterizado en los años del realismo social. La insistencia en el erotismo y
la visión hedonista de la vida parecen ser los rasgos principales de este tipo
de literatura, para la cual las barreras morales han dejado de existir. La
figura del escritor como portavoz de la conciencia crítica de la sociedad ha
desaparecido casi por completo: el escritor de hoy parece escribir más bien
alrededor de modelos vendibles. Así, mientras en la poesía impera una
continuidad respecto a cánones anteriores, en la prosa va imponiéndose un
comercialismo que ha de remontarse a los años de la transición y el teatro se
va centrando en la promoción del humor fácil[1].
La
guerra no había terminado aún, cuando el general Franco volvió a abolir la
Generalitat (1938), tal y como ya había hecho Felipe V (1716). La derrota de
1939 llevó al Gobierno catalán, a los miembros del Parlamento y a miles de
ciudadanos al exilio. El Presidente de Cataluña, Lluís Companys, a petición de
las autoridades franquistas de Madrid, fue detenido en agosto de 1940 en la
población francesa de La Baule por tres agentes de la policía militar alemana y
entregado al Gobierno de Franco. Juzgado en el Castillo de Montjuïc de
Barcelona por un tribunal militar y condenado a muerte, fue ejecutado el 15 de
octubre de 1940. Ante la imposibilidad de reunir al Parlamento en tales
circunstancias de dispersión, Josep Irla, que había sido elegido Presidente del
Parlamento en octubre de 1938, asumió internamente la presidencia de la
Generalitat, hasta que el 7 de mayo de 1954 dimitió de sus funciones. La necesidad
de garantizar la continuidad de la presidencia de la Generalitat en una
situación que impedía el normal funcionamiento de las instituciones de
Cataluña, condujo a la elección de un nuevo Presidente de la Generalitat por
parte de diputados del Parlamento de Cataluña, reunidos el 7 de agosto de 1954
en la embajada española de México, país que no había reconocido el régimen
político de la España franquista instaurado en 1939. Josep Tarradellas, en
quien el Presidente Josep Irla ya había delegado sus funciones ejecutivas en
1952 y que en 1937 había sido primer consejero del Gobierno catalán y consejero
de Finanzas, fue elegido Presidente de la Generalitat. Tarradellas se convirtió
en depositario de la Generalitat y fue reconocido como tal por las fuerzas
políticas catalanas.
A
la muerte del general Franco en 1975 y con la proclamación de Juan Carlos I
como rey de España, siguió la legalización de los partidos políticos y la
convocatoria de las primeras elecciones legislativas españolas, celebradas el
15 de junio de 1977. Se abría el camino hacia la democracia. En Cataluña
ganaron las elecciones los partidos que incluían en su programa el
restablecimiento de la Generalitat y el regreso de su Presidente exiliado. De
este modo, se quería destacar la continuidad de la institución, mantenida
simbólicamente en el exilio. Por ello, el 29 de septiembre de ese mismo año, un
Real Decreto restablecía la Generalitat de Cataluña, y Josep Tarradellas,
reconocido como Presidente de la Generalidad, regresaba a su país tras un
exilio de cuarenta años. Poco después, una comisión de expertos designada por
la Asamblea de parlamentarios catalanes elegidos en los comicios de junio de
1977 comenzaba la redacción del proyecto de Estatuto de autonomía conocido, por
el lugar donde fue redactado, como Estatuto de Sau.
En
diciembre de 1978 el rey Juan Carlos I sancionaba la Constitución española ante
las Cortes Generales. Un año después, el 18 de diciembre de 1979, sancionaba
también el Estatuto de Autonomía de Cataluña, aprobado en primera instancia por
las Cortes españolas y luego refrendado por el pueblo de Cataluña en octubre de
1979. Este Estatuto, según su preámbulo, "es la expresión de la identidad
colectiva de Cataluña, definiendo sus instituciones y sus relaciones con el
Estado en un marco de libre solidaridad con las demás nacionalidades y
regiones". Así, la Generalitat se configuraba como "la institución en
que se organiza políticamente el autogobierno de Cataluña".
Una
fecha histórica en la democracia catalana es el 20 de marzo de 1980, en que se
celebraron las segundas elecciones legislativas para la constitución del nuevo
Parlamento de Cataluña (las primeras se habían celebrado cuarenta y ocho años
antes: el 20 de noviembre de 1932). El 10 de abril se constituyó el Parlamento,
cuyos diputados eligieron a Heribert Barrera como Presidente del Parlamento
restaurado, y a Jordi Pujol i Soley como 115º Presidente de la Generalidad
histórica[2].
Carme Riera nace en Palma de Mallorca el 12 de Enero de 1948. Su padre es
mallorquín y su madre catalana. Vive en Palma de Mallorca y estudia en el
colegio del Sagrado Corazón. A los doces años escribe poemas y cuentos en
castellano. Poco después, mientras estudia en el instituto "Joan
Alcover", la profesora Aina Moll la anima a escribir en catalán. Durante
estos años conoce a los escritores mallorquines y se enamora de un profesor,
Francisco Llinás. Pronto la escritora reconoce la influencia de su abuela,
Catalina Estrada que siempre le contaba historias cuando era niña. Cuando su
abuela muere, la autora siente el impulso de seguir contándolas ella misma a
través de su escritura. En 1965 se traslada a Barcelona para estudiar Letras
Hispánicas en la Facultad de Filosofía y Letras de la Universidad Autónoma. Se
licencia en 1970 en Filología Hispánica y al año siguiente se casa con
Francisco Llinás. La contratan para dar clases en la Facultad. Al año, nace su
hijo, Ferrán, y comienza su carrera literaria. Autora de una obra rica
en referentes cultos y populares, desde su primera antología de cuentos Te deix, amor, la mar com a penyora
(1975) Carme Riera utiliza el lenguaje coloquial mallorquín con destreza y sin
prejuicios. Toda su obra es traducida al castellano, mucha de la cual por la
misma autora. También hay traducción de sus obras al alemán, inglés, griego,
italiano, holandés y ruso. Actualmente reside en
Barcelona, donde es catedrática de Literatura Española en la Universidad
Autónoma. Es miembro de la Associació d'Escriptors en Lengua Catalana.
Ha
sido galardonada, entre otros, con los premios “Prudenci Bertrana” de novela
(1980) por Una primavera pera Domenico
Guarini; “Ramon Llull”
(1989) por Joc de miralls; “Josep
Pla” (1994) por Dins el darrer blau, “Joan
Crexells”, (1995) por Dins el darrer blau;
“Lletra d'Or”, Nacional de narrativa del Ministerio de Cultura (1995) por Dins el darrer blau y “Elio Vittorini”
del Departamento de Turismo de Siracusa (2000) por Dins el darrer blau. En 2000, se le concedió la “Creu de Sant
Jordi”. Ganó también el “Premio Critica Serra d’Or”, (2001) por Cap al cel obert y el “Nacional de
Cultura. Literatura”, (2001) por “Cap al
cel obert[3].
Asunto: no es
histórico, ni autobiográfico. La fuente podría ser literaria, o sea un cuento
fantástico del escritor Oskar Panizza “Die Menschenfabrik” (“La fábrica de
hombres”) de 1890. El elemento en común es el final, que deja al lector con la
duda, sin saber si lo que se ha contado ha ocurrido de verdad o no. De hecho,
este cuento relata la historia de un viandante, que se encuentra solo en un
lugar desconocido y pide hospitalidad en la única casa de aquel lugar desolado.
El dueño lo deja entrar y le enseña lo que se hace en su habitación: ¡se
producen hombres! El viandante huye asustado y sólo al amanecer encuentra a un
hombre de un pueblo cercano que le dice que la casa donde pasó la noche era una
fábrica de porcelanas. Ésta es, según el crítico Tzvetan Todorov, la
característica típica de los cuentos que él llama “fantásticos”: “Lo fantástico
ocupa el tiempo de la incertidumbre, donde hay que elegir una u otra
posibilidad (...) El fantástico es la hesitación sentida por un ser que no
conoce sino las leyes naturales, delante de un acontecimiento en apariencia
sobrenatural”
Argumento: en este
cuento se relata el viaje de una chica que, después de diez años de alejamiento
de sus padres, vuelve a casa porque su padre está muy grave y pregunta por
ella.
Tema: la relación
entre padres e hijos.
Motivo: no hay
motivo.
Leitmotiv: “tu padre está
(muy) grave y pregunta por ti”; “eran las siete en punto”.
Tópico: la costumbre
de dejar al lector con la duda si algo ha ocurrido o sólo ha sido un sueño, una
visión o una alucinación es típica de la literatura fantástica.
Emblema: no hay
emblema.
Mensaje: el mensaje de
este cuento se puede encontrar al final del cuento (“Pero me equivoqué...catástrofe”),
la narradora nos dice que a veces es mejor no ser demasiado racionales y
lógicos, sino aceptar que los milagros pueden ocurrir en la vida y que no todo
se puede explicar con demostraciones racionales.
Metáfora: sustitución de un termino con un otro que está vinculado con el primero por una relación de semejanza
Personificación:
atribución a objetos de términos que se refieren a seres animados.
Sinécdoque:
sustitución de un término por otro que indica una parte del todo.
Sinestesia:
asociación de términos que pertenecen a esferas sensoriales diferentes.
Epanalepsis:
repetición de una misma expresión
Hipérbole:
exageración en amplificar o disminuir la representación de la realidad.
Clímax:
secuencia de términos en progresión.
pág.
274
"el paisaje
atormentado" metáfora
"un atardecer
anodino se escondía entre nubes" personificación
"las luces
abiertas" sinestesia
"la humareda (…)
de un blanco denso, algodonoso" metáfora
"muelles
vacaciones" metáfora
"maitines" sinécdoque
"una lluvia menuda
comenzó a tejer melancólicas blondas(…)" metáfora
"(…) las gotas se
hicieron lentas, magmáticas, violentas" clímax
"viento de
lobos" hipérbole
pág.
275
"El parabrisa (…)
sometido como estaba a una cortina tan densa" metáfora
"exorcizar
aquellas imágenes (…)" hipérbole
pág.
.276
"…una, dos tres,
veinte, cincuenta veces (…)" clímax
"Magnetizada(…)" metáfora
"el olor fresco
(…) diluido en un aire finísimo" sinestesia
pág.
277
"me impregnó todos
los poros de la piel (…)" hipérbole
"como siempre, y
como siempre" epanalepsis
Caixa® (escrito en
letras cursivas)
Puntiagudas® appuntite
Aristas® crinali
Acantilado® scogliera
Anodino® insignificante
Maitines® mattutino (sustantivo plural propio del
ámbito religioso)
Blondas® pizzi
Rubor® (vergüenza) vergogna
Zozobra® inquietudine
Arreciaba® impervarsava
Clastra® (del latín,
eccito en letras cursivas)® cortile
Piñonero® (inventado?®de
"piñón")
No daba abasto® non era sufficiente
Rictus® smorfia
Amoratado® (de "amoratarse")® diventare
livido/paonazzo
Sustrajo® (de "sustraer"+a) ® sottrarre
Lodazal® (barro) ® fango
Vadear® guadare
Rasguños® graffi, lacerazioni
Goznes® cardini
Frailunos®(inventado? ® de "fraile")
Cobres® pentole di rame
Incorporarse (de su
sillón)® alzarsi
El
cuento presenta muchas palabras cultas ("clastra",
"anodino",…), palabras que pertenecen a ámbitos específicos
("maitines") y también palabras inventadas ("frailunos"® de "fraile"). Este tipo de léxico no produce
un efecto de fuerte extrañamiento, sino que contribuye a crear una clima de
suspense, tanto que al lector le parece vivir una situación irreal. Por otro
lado, no hay muchas expresiones populares, así que en general el lenguaje
parece rebuscado, aunque no es difícil, sino bastante inmediato.
El
tono resulta culto (también gracias a las diferentes figuras retóricas
empleadas), de hecho, este cuento es la narración que una chica nos hace, exponiendo
también sus pensamientos, dudas y sentimientos. El léxico culto, el tono
enriquecido también por las figuras retóricas, junto a la situación narrada
(una mujer que hace un viaje en coche sola, durante una tempestad para ir a
visitar al padre que está muriendo) contribuyen a crear una atmósfera rara,
casi de sueño, así que al final el lector se queda con la duda si ha ocurrido o
no lo que ha leído en las últimas páginas del cuento.
I. “Al teléfono la voz...los más
agradables” A
II. “No les avisé de la hora...alquilé un
coche” B
V. “Cuando mi padre se jubiló...de la
vejez” A
VI. “...el apagado rumor de sus juegos
infantiles...” a’
VII. “El paisaje atormentado...el acantilado” C
VIII. “fue también el de los
veraneos...acostumbrarme” 1
IX. “me había familiarizado...la primera
curva” D
X. “Me faltaban aún veinticinco...apenas
hacía frío” b
XI. “y mamá...tacañísima con la luz” (A)
XII. “La imaginada humareda...en la capilla” 2
XIII. “Una lluvia menuda...a rachas, el coche” E
XIV. “Conozco palmo a palmo...equivocado en la
distancia” /1/
XV. “El aguacero me obligaba...sobre el
precipicio” F
XVI. “Confieso que...estado de ánimo” /2/
XVII. “Al miedo por la tormenta se imponía otro
peor” G
XVIII. “El parabrisas no daba abasto...siguiera
rechazándome” H
XX. “Cuando me fui” b
XXI. “Con todas mis fuerzas traté...y casi noté” I
XXII. “la mano fuerte de mi padre...a torcer las
cosas” 3
XXIII. “Pero de nuevo la voz de mi madre...a causa
del dolor” L
XXIV. “No sé cuánto tiempo...el patio principal” M d
XXV. “Al abrirla gimieron...el día de mi partida” N e
XXVI. “Durante diez años...a mis anchas” c
XXVII. “Cuando me paré en
el rellano...llegó desde la cocina” O f
XXVIII .“-María, ¿eres
tú?...Espera noticias” p g
XXIX. “Perpleja...y diez años de mal entendido” Q h
XXX. “Pero me equivoqué...sobrevino la catástrofe” /3/
XXXI. “Mi padre murió...el camino enfangado” R M
XXXII. “El médico insiste...su mejilla
izquierda” /4/
I. A la
llamada de la madre: el padre de María está muy grave
II. a M.
piensa en su encuentro con los padres
III. a la
partida de M. y los diez años de separación
IV. B M.
llega al aeropuerto y alquila un coche
V. A la jubilación del padre
VI. a’ la infancia del padre
VI. C descripción
del paisaje que rodea la finca
VII. 1 los
sueños de M. durante su infancia
VIII. D M.
toma el camino para Son Gualpa
IX. b M.
imagina el encuentro con sus padres
X. (A) el
pasado de la madre desde que se fue de la FECSA
XI. 2 la
infancia de M.
XII. E empieza
a llover
XIII. /1/ reflexiones
de M.
XIV. F M.
sigue conduciendo a pesar del aguacero
XV. /2/ reflexiones
de M.
XVI. G M.
Siente miedo por la tormenta
XVIII. c M.
siente miedo de no lograr abrazar a su padre
XIX. H M.
sigue conduciendo cada vez con más miedo
XX. b la
partida de M. diez años antes
XXI. I M.
trata de alejar sus miedos
XXII. 3 M.
se acuerda de cuando era niña
XXIII. L el
coche se para y M. se pone a andar pero se desmaya
XXIV. M-d M. se despierta y llega a la finca – M.
sueña que llega a la finca
XXV. N-e descripción de los cuartos de la casa – M.
sueña con entrar en casa y ver los muebles
XXVI. c M.
piensa en sus diez años de distanciamientos
XXVII. O-f M.
coge sus llaves desde una bandeja – M. sueña con coger sus llaves
XXVIII. P-g M.
habla con su madre – M. sueña con hablar con su madre
XXIX. Q-h M.
ve a su padre que no está malo y huye enfadada – M. sueña con ver a su padre
XXX. /3/ reflexiones
de M.
XXXI. R-M el
padre muere
XXXII. /4/ opiniones
de M.
Las
secuencias n. XXIV, XXV, XXVII, XXVIII, XXIX se pueden leer de dos maneras
diferentes, según el lector crea que María de verdad se ha despertado del
desmayo o que todo lo que María describe después de la secuencia n. XXIII es
una alucinación. En el primer caso estas secuencias pertenecen al relato del
viaje y del encuentro real con los padres (R2); en el segundo pertenecen al
relato de María que imagina ese encuentro (R3). Llamaremos el primer caso
hipótesis I (hip. I), el segundo hipótesis II (hip.II).
R1:
momento del relato: reflexiones de María /1/,
/2/,...
R2:
el viaje hacia casa y el encuentro con los padres A, B
R3:
María imagina el encuentro con sus padres a,
b
R4:
los diez años de distanciamiento a,
b
R5:
la jubilación del padre A,
B
R6:
la infancia del padre a’
R7:
la infancia de María 1,
2,
R8:
el pasado de la madre (A)
Anacronías: R2, R3
(hip.I), R4, R5, R6, R7, R8
analepsis
hetrodiegética: R6, R8
analepsis
homodiegética: elipsis R2
elipsis
R4
elipsis
R5
elipsis
R7
prolepsis:
R3 (hip.I)
Acronías: R3 (hip.II)
R1:
pausa
R2:
sumario + escena (R2, secuencia n. XXVIII)
R3:
sumario
R4:
elipsis
R5:
sumario
R6:
elipsis
R7:
sumario
R8:
elipsis
R1:
singulativo (nR/nH)
R2:
singulativo (1R/1H)
R3:
singulativo (nR/nH)
R4:
singulativo (nR/1H)
R5:
singulativo (1R/1H)
R6:
iterativo (1R/nH)
R7: iterativo (1R/nH)
R8:
singulativo (1R/1H)