VALLE-INCLÁN Y MÉXICO
La autora trata de encontrar indicios del progresivo acercamiento a México y del compromiso de Valle-Inclán con la causa de América Latina, analizando los artículos, poemas o cuentos publicados entre su primera visita a en este país, en 1892, la segunda, unos diez años después, y la tercera, en 1921. Es posible así señalar, a través de la análisis puntual de las obras, las fases que determinaron una evolución en el pensamiento del autor: de la Sonata de estío, donde Valle-Inclán incorporará por primera vez de modo sistemático la impresión que México ha dejado en él y donde lo que predomina es el orgullo de español y la exaltación de la conquista, hasta la tercera visita a México, en 1921, cuando Valle ya ha perdido su fe en cierta idea de España, y sin haber llegado al esperpento, en su producción ya contempla al español con el espejo deformante de la farsa. Fue durante esta tercera visita que empezó a precisarse la idea de escribir un libro sobre América, que culminará con la publicación, en 1926, de Tirano Banderas, donde desaparece la exaltación de los conquistadores y se deja lugar a una severa crítica de la colonia española.
Speratti-Piñero, Emma Susana, "Valle-Inclán y México" en De Sonata de Otoño al esperpento, (Aspectos del arte de Valle-Inclán), Londres, Tamesis Books, 1968, pp. 55-72