Estructura
ANALISIS
DE LA ESTRUCTURA
Por lo que
concierne la estructura del fragmento, hay que decir que empieza en medias res
- hay anacronía - y la voz narrante es la de Montiel que refiere lo que le ha
pasado y a través de sus palabras habla también la bruja Cañizares. Tenemos una introducción hecha por
Berganza en tiempo presente y luego el cuento sigue en tiempo pretérito. El
imperfecto se utiliza cuando la Cañizares habla de sus sentimientos y
esperanzas, mientras que el pretérito indefinido cuando ella cuenta los
acontecimientos pasados. El imperfecto se usa también cuando Berganza relata
sus sentimientos y emociones. Entonces hay
correspondencia entre tiempos verbales y pensamientos de los personajes.
Entonces,
tenemos una estructura compleja, en el sentido de que, a través de las palabras
de Berganza, que representa la voz del texto, podemos escuchar también la voz
de la bruja y de otros personajes. Si consideramos que ese fragmento es parte de una novela
más amplia: “El casamiento engañoso”, la estructura resulta ser mucho más
elaborada.
Macoratti
Valeria
EL TIEMPO COMO ESTRUCTURA
“El coloquio de los perros” tiene que
ser considerado parte de la novela “El casamiento engañoso”, porque en ésta se
destaca el episodio que sirve de introducción a la narración, mientras que el
coloquio subraya la forma dialogada del cuerpo principal. La novela tiene dos
tiempos: el narrativo del Casamiento y el dialogado del Coloquio.
Marica
Pastore
CAJAS CHINESCAS
Una de las innovaciones cervantinas
reside precisamente en un término: la palabra "tropelía". Ésta no se
relaciona sólo con la magia, sino con un verdadero juego, en el cual no hay
modelos o posiciones precisas: cada personaje es más de lo que parece. El
resultado es una total incertidumbre sobre sus personalidades, que provoca en
el lector curiosidad y vacilación de sus certezas.
La misma
confusión se refleja en el juego de puntos de vista de la construcción textual:
como un cuento en ensamble. No es posible encontrar sólo un punto de vista, porque el cuento
de cada personaje cobra sentido al interior de otro cuento.
Sara
Colombo
CAJAS CHINESCAS: HISTORIA EN LA
HISTORIA
“El Coloquio de los perros” es una
meta-novela (una historia en la historia) dedicada al quehacer literario, al
estudio de las relaciones entre vida y ficción e íntimamente comprometida con
la experiencia de escribir en sí, en particular al valorar las fuertes y
ambiguas imágenes de la fantasía. En resumidas cuentas, la conversación entre
Cipión y Berganza es un pretexto para reflexionar sobre el poder de la palabra,
entendida metafóricamente como instrumento de creación literaria.
Desde el punto de vista estructural, la
novela no tiene inicio proprio: es el producto del acto de lectura del
licenciado Peralta, protagonista, junto con el alférez Campuzano, de “El
casamiento engañoso”. Por consiguiente “El Coloquio” empieza al final de la
anterior novela-prefacio. En este sentido se puede apreciar la novela come un
mundo literario perfecto y autosuficiente. Todos los elementos imprescindibles
de la realidad literaria están contenidos aquí: el autor, el texto, el lector y
el crítico.
En el episodio central de la vida de
Berganza - su encuentro con una grande hechicera, la Cañizares, discípula de la
Camacha de Montilla - nos encontramos ante un juego de cajas chinescas. La
historia de la Montiela se nos narra en función de su propia vida, contada por
Berganza. Ésta funciona sólo como un elemento más, aunque de grande
importancia, producto de la lectura del licenciado Peralta. Dicho de otra
manera, tenemos una historia (la de la Montiela) que funciona dentro de otra
historia (la de la Cañizares), que funciona dentro de otra historia (la de Berganza),
que funciona dentro de otra historia (el diálogo perruno), que funciona dentro
de otra historia (la lectura del licenciado Peralta), que funciona dentro de
otra historia (el engaño en que cae el alférez Campuzano). Esta es la
maravilla de "los cuentos de los cuentos".
Sara
Calati
ORGANIZACION DE LOS EPISODIOS
Analizando esta novela, nos enfrentamos
con una estructura peculiar y bastante compleja. El relato
empieza en medias res, es decir que nadie introduce la historia, ni los
personajes. El
diálogo aparece en forma de discurso directo, así que la novela carece de un
narrador extradiegético. De esta manera, Cervantes puede desdoblarse en los
perros y el coloquio puede ser considerado casi como un monólogo del autor. La
acción se desarrolla, entonces, exclusivamente a través del diálogo, sin
comentarios de un narrador externo, como reflexión presente de acontecimientos
pasados.
Además, en la construcción de la novela
encontramos un modelo simétrico, parecido al juego de las cajas chinescas. La
primera y la última parte están separadas por el episodio de la Cañizares, pues a éste sigue la narración de los cinco
amos del perro y será seguido por otros cinco. Aquí encontramos un diálogo en
el diálogo, porque Berganza utiliza el discurso directo, para referir las
palabras de la bruja. De la misma manera, este discurso se puede dividir en dos
partes. En efecto, la intervención de Berganza delimita la primera de la
segunda, donde se describen los ritos mágicos de la bruja.
Notamos también la presencia de una estrofa de cinco
endecasílabos, que pronunció la Camacha y que Cipión repite, concluyendo el
episodio central:
Volveràn en su forma verdadera
cuando vieren con presta diligencia
derribar los
soberbios levantados,
y alzar a los
humildes abatidos
por poderosa mano para hacello.
Elisabetta
Polcan
EL DIALOGO COMO FORMA LITERARIA
El “Coloquio de los perros” se
desarrolla bajo la forma del diálogo, como anticipa el mismo escritor, el
alférez Campuzano: "Púselo en forma de coloquio, por ahorrar de dijo
Cipión, respondió Berganza, que suele alargar la escritura". El diálogo
permite al autor alternar las voces de los personajes, que representan
mentalidades o ideologías diferentes. De una manera, podemos decir que se trata
de una forma de debate, a través del cual el autor expresa sus ideas, a veces
provocatorias o acusatorias, sin que se le pueda reprochar nada. Cervantes, en
su crítica a la sociedad, se esconde detrás de uno o de otro personaje, como
muchos críticos han sugerido.
También, se puede utilizar el diálogo
como desarrollo psicólogico de los personajes. Por un lado vemos a Berganza,
que cuenta su vida con sinceridad, subrayando su sufrimiento; por otro lado
está Cipión, con sus comentarios satíricos y críticos, “gracias a los cuales
los sucesos que narra Berganza quedan luego al desnudo, restituidos a su cruda
y descarnada realidad”(AMEZÚA Y MAYO).
Cervantes no fue el primero en utilizar
el diálogo como recurso narrativo, sino que se incorporó en la corriente
renacentista, que durante todo el siglo XVI resucitó el diálogo de la
antigüedad clásica (de grandes filósofos y escritores como Platón, Luciano y
Cicerón). Si por un lado, es importante tratar de encontrar las fuentes del
diálogo cervantino, por otro lado, es a la realidad de su tiempo a donde
tenemos que volver, para hallar en ella el origen, las fuentes y las
finalidades del coloquio, como pensaba Amezúa: "libros y vida”.
Sabrina
Castiglioni
HISTORIA EN LA HISTORIA
Es
interesante observar la técnica narrativa de los episodios encajados en la
novela. El
primero se basa en lo que oye el soldado en el hospital y que es precisamente
un coloquio entre dos perros (el "coloquio" es verdaderamente una
comunicación activa, porque el soldado lo escribe y su amigo lo lee). Después,
se pueden observar varios cuentos de Berganza, que expone sus aventuras a su
amigo Cipión. Al final hay un tercer cuento, el de la bruja, que aparece en el
fragmento bajo análisis. Ella cuenta la historia de la transformación de
Berganza en perro y refiere las palabras de otro personaje. Se crea de esta manera una estructura
compleja, de diferentes niveles narrativos.
Chiara
Porzio
INDETERMINACIÓN
DE LAS VOCES
El lector
percibe los hechos a través de varias voces o personajes, que cuentan su propia
versión de la historia. Se evidencia un primer elemento en la indeterminación, como
característica de esta novela. En efecto, una estructura caracterizada de esta
manera no permite conocer exactamente la realidad, sino sólo la interpretación
que cada personaje le otorga. Sobrevive sólo la versión que los personajes
narran muchas veces, como si fuera una “matrioska”, la muñeca rusa que contiene
otra muñeca más pequeña .
Paolo
Montixi
HISTORIA EN LA HISTORIA
La clave para comprender la estructura
del diálogo (cuento de palabras puras, sin interrupciones por parte del
narrador), está en la Novela Ejemplar anterior, “El Casamiento Engañoso”.
Muchos críticos, como por ejemplo Casalduero, creen necesario leer las dos
novelas como una unidad imprescindible. De esta manera, el cuento de los dos
perros resulta ser el nudo central, que tiene un antecedente y un desenlace
final en la novela precedente. En efecto, en “El Casamiento” se encuentran los
hechos anteriores a “El Coloquio de los Perros” y necesarios para su cabal
comprensión. El alférez Campuzano, después de desempeñar
el papel de narrador homodiegético de la historia de su vida (como hace también
Berganza con la suya), se convierte en narrador extradiegético de la
conversación que tiene lugar entre los dos perros y de la que él fue testigo.
El hecho de que haya un testigo directo del coloquio asegura la verosimilitud
del acontecimiento, porque la experiencia y la observación, según Cervantes,
son dos métodos fundamentales de conocimiento. Sin embargo, Campuzano no vee con sus
ojos a los perros y dice "yo oí y casi vi con mis ojos". Este
"casi" es fundamental, porque permite dejar una duda y permite
también que Peralta, el amigo de Campuzano, no lo crea totalmente loco.
Otro hecho
considerable es que el alférez oye el coloquio mientras está en el Hospital de
la Resurrección: está enfermo y tiene fiebre. Por eso, lo que cree haber oído puede
ser simplemente el fruto de un sueño. Campuzano no relata el coloquio oralmente,
sino que le pide a Peralta que lo lea en un manuscrito, en la forma con que
también nosotros lo leemos. Además, mientras Peralta lee, el alférez duerme en
una butaca, tomando distancia de su creación, sin intervenir, sugiriendo
también una relación entre su cuento y el sueño. Lo más curioso es que
Campuzano se despierta en el mismo instante en que su amigo termina la lectura
de la obra, como si el enlace fuese tan fuerte que, al interrumpir la lectura,
el sueño no pudiera existir.
Peralta interpreta lo que lee como una
simple obra de arte, sin ninguna conexión con lo realmente occurrido. Dice
después de su lectura: "Aunque si este coloquio sea fingido y nunca haya
pasado, paréceme que está tan bien compuesto que puede el señor Alférez pasar
en adelante con el segundo." Así una experiencia, presentada al principio
como realmente ocurrida, se transforma en una ficción literaria. Campuzano está
consciente de esta transformación, porque habla con Peralta de su cuento, como
un normal autor literario. De esta manera, las voces que oímos el “El Coloquio”
han sido creadas por un personaje de ficción. Por eso es interesante estudiar
el juego de cajas chinescas de Cervantes y es necesario leer también “El
Casamiento Engañoso”, para tener una visión global de la obra.
Sara
Ragusa
ESTRUCTURA CIRCULAR
Berganza cuenta su vida casi siempre
con su propia voz. Cipión, el perro amigo suyo, el más sabio de los dos, lo
interrumpe a menudo para limitar sus disgresiones de la historia principal y
para criticarlo, si murmura. En el episodio de la Cañizares hay un
significativo cambio en las costumbres narrativas del perro: Berganza deja la
palabra a la bruja, casi sin interrupciones y Cipión no dice nada durante toda
la narración. Es muy significativo que no sea Berganza quien cuenta, sino que
hay una mímesis total con la voz de la bruja. Esto
subraya la centralidad de los asuntos que ella está relatando, porque pueden
ser esenciales para los dos perros. Aun más, es la bruja quien refiere lo que
ella cree que son los pensamientos de su mudo interlocutor. Así nosotros leemos
las ideas del perro a través de las palabras de la bruja, que están relatadas
por el perro mismo. Se crea, de esta manera, una estructura narrativa circular.
Sara
Ragusa
VOCES
En el episodio central de la profecía
hay una sorprendente superposición de voces.
Esto se puede notar fácilmente si analizamos en detalle el texto. Quien
la pronunció originalmente fue la Camacha, cuando la comunicó directamente a la
Cañizares y a la Montiela. Después, las dos brujas la han
aprendido de memoria, para repetirla a los hijos/perros, en caso los
encontrasen. El hecho de que fuera pronunciada en punto de muerte, puede
hacernos pensar que es verdadera. Pero en “El Coloquio”, no se encuentra directamente la
descripción de aquel momento, sino que la Cañizares refiere lo que había oído
hacía muchos años. Sin embargo, no podemos leer directamente ni siquiera las
palabras de la Cañizares (a pesar de que están en estilo directo), porque las
refiere el perro Berganza a Cipión, cuando han pasado años desde su encuentro
con la bruja. De esta manera, Cervantes nos aleja de la
profecía un poco más con el paso de las voces y de los años.
Sara
Ragusa
PROCESO NARRATIVO
El personaje de Berganza da continuidad
a su cuento, tratando de seguir un orden cronológico, aunque a menudo se
desvía. Pero el otro perro, Cipión, desempeña el papel de regulador de la
palabra, volviendo a llevarle, con una crítica perspicaz, a su cuento ordenado.
En el episodio de la bruja, por otro lado, hasta el orden cambia. La Cañizares
no sigue la cronología de los hechos que han occurrido, sino que cuenta con
toda libertad. Tampoco hay alguien que pueda pararla, porque su interlocutor no
tiene todavía el don de la palabra. De esta manera el cuento de la Cañizares se
abandona a menudo a disgresiones acerca de la brujería y de su estilo de vida.
Hace también consideraciones religiosas y morales y hasta cita una novela de Apuleyo, El Asno de Oro) porque
aquella situación le parece semejante a la de Berganza. El hecho de que no siga
un orden establecido, da un ritmo muy vivaz a su discurso, un ritmo entre
síntesis de acontecimientos y pausas de reflexión. Eso permite presentar al
lector temas generales, como la hipocresía o la relación entre Dios y el
diablo, sin cansarlo.
Sara
Ragusa
EL DIÁLOGO COMO MONÓLOGO
Analizando esta novela, nos enfrentamos
con una estructura peculiar y bastante compleja. El relato
empieza en medias res, es decir que nadie introduce al lector en la historia.
El diálogo está en forma de discurso directo, así que la novela carece de su
narrador extradiegètico – el alférez, que se retira cuando el licenciado abre
el cartapacio que contiene el coloquio y sólo reaparece una vez concluido éste.
Aquí el autor puede desdoblarse en los canes, y lo que consigue es que el
coloquio puede casi equivaler a un monólogo del autor. Dependiendo, entonces, la acción del
diálogo, y no del narrador, la narración viene a ser un comentario presente
sobre acontecimientos pasados.
Además, en
la construcción de la novela encontramos elementos de simetría y algo semejante
al juego de las cajas chinas. La primera y la última parte están divididas por el
episodio de la Cañizares, pues éste sigue al relato de cinco amos y será
seguido por otros cinco. Aquí encontramos un diálogo en el diálogo, porque
Berganza utiliza el discurso directo para referir las palabras de la bruja. A
su vez este relato se puede dividir en dos partes: en efecto una intervención
de Berganza delimita la primera de la segunda, donde se describe la untura de
la bruja.
Notamos también la presencia de una
estrofa de cinco endecasílabos: lo que dijo la Camacha, que es repetida por
Cipión, en la conclusión del cuento:
Volverán en su forma verdadera
cuando vieren con presta diligencia
derribar
los soberbios levantados,
y alzar a
los humildes abatidos
por poderosa mano para hacello.
Elisabetta
Polcan
LA FUNCIÓN LITERARIA DE LOS PERSONAJES
Cervantes ha creado el personaje del
alférez Campuzano, que en la ficción literaria es el autor de “El coloquio”. Al
principio nos encontramos ante un hombre inválido (“un soldado que, por
servirle su espada de báculo, y por la flaqueza de sus piernas y amarillez de
su rostro”) y luego aparece como un autor seguro de sí mismo. Es una figura
triste, pero es un hombre que merece gran respecto. Como dice el Licenciado
Peralta: “de muy buena gana oiré ese coloquio, que, por ser escrito y notado
del buen ingenio del señor Alférez, ya le juzgo por bueno”, Cervantes, a través
del álferez, se mueve entre el hombre y el autor.
Los perros, la pareja protagonista de
esta novela, representan una característica de las Novelas Ejemplares. Sin
embargo, este recurso está generalizado en su época y sus raíces se encuentran
en la “disputa” medioeval y en el diálogo greco-latino renacentista.
Cipíon y Berganza tienen la función
literaria de dar lugar al diálogo. Se trata de dos perros cínicos que buscan en
el hombre la virtud, pero a diferencia de los cínicos, tienen el sentido de la
caridad. Berganza tiene que relatar el tema principal, que Cipión con sus
interrupciones y con su silencio, apoya y sostiene.
Alessandra
Sciuttini
RECURSOS NARRATIVOS
En “El coloquio de los perros” la
sátira halla su forma mejor en el episodio del encuentro con la bruja. Éste es
maravilloso, por dos características principales: la primera nos revela la gran
habilidad literaria de Cervantes que, para narrar la historia del encuentro,
utiliza un juego de cajas chinescas, en que el cuento funciona dentro de otros
cuentos, hasta el punto de individuar las dos “cajas extremas” y descubrir que
ambas se hallan fuera de este episodio central. Ni el cuento de la Montiela, la
madre de Berganza (caja interna), ni tampoco el engaño en que cae el sifilítico
alférez Campuzano (caja externa), se encuentran aquí. La segunda
característica es que este encuentro es la clave argumental de la novela
entera, porque si aceptamos las explicaciones de la Cañizares, tanto Berganza
como Cipión son seres humanos convertidos en animales por arte de brujería: así
se explica el don de la palabra de los perros. Este don se hace de capital
importancia, porque la palabra es el órgano de la creación literaria, el medio
de caracterización del estilo de una época, el valor de designación de la
evolución cultural e histórica. En ésta alberga la verdad poética, en la
definición a la que está dedicada la vida artística de Cervantes. Por esto “El
coloquio de los perros” puede ser considerada una “meta-novela”que mira a
estudiar las relaciones entre vida y ficción, y, en particular, a valorar las
imágenes de la fantasía, que siempre son muy fuertes y ambiguas y que llevan a
conocer el ánimo humano y a explicar lo que aquí reside. A través de estas imágenes, Cervantes
construye una situación “irreal”, que, por otra parte, lleva consigo la
definición del arte mismo. La Cañizares invita a Berganza a hacer lo contrario
de lo que ella misma hace, utilizando “…aquella ciencia que llaman tropelía,
que hace parecer una cosa por otra”. Y esto “hacer parecer una cosa por otra”
es exactamente lo que el autor realiza en sus obras, alcanzando niveles
ejemplares con el Don Quijote y “El coloquio de los perros”. Además, él mismo
entra en el diálogo entre Berganza y Cipión y, aprovechando las imágenes de
fantasía, se convierte en espectador de la vida social, en fiscal y corrector
de sus excesos y pecados, hasta presentar al final no sólo el cuadro de una
época, sino una concepción del mundo donde triunfa el pícaro y fracasa la
virtud.
Laura Bernardelli
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con otros textos - Dicotomías – Recursos
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