Dicotomías

 

 

 

 

 

 

 

Apariencia e irrealidad

El autor usa la apariencia como elemento fundamental de confusión, que con la noche y el lugar obscuro, crea un ambiente irreal. En efecto, el hecho de no tener seguridad es lo que percibe el lector. Sólo la crítica de Cervantes contra la sociedad queda claramente en la memoria. No hay un personaje que pueda decir una verdad única, incluso el elemento sobrenatural, el diablo con sus magias ha sido condenado a contestar "...a derechas sino con razones torcidas y muchos sentidos..."

Paolo Montixi

 

 

La estructura nos aleja de la realidad

Cervantes nos aleja del episodio central de la profecía a través de las voces de los personajes y a través del tiempo. Sería interesante comprender por qué el autor quiere alejarnos de las palabras de la bruja. Probablemente es porque él no cree en la hechicería y la introduce en su novela sólo para criticarla y criticar también la hipocresía que lleva consigo. El hecho de que la bruja, después del rito mágico, no desaparezca, sino que se quede inmóvil delante del perro, es otra prueba de la falsedad de la brujería. El crítico Julio Rodríguez-Luis dice que: "Esto expresa la convicción racionalista de Cervantes de que las hechicerías son imaginaciones de gente drogada o invenciones de malvados, las cuales merecen nuestra reprobación.". La bruja misma tiene dudas sobre su arte, porque no rechaza la posibilidad de que sea todo un sueño. Además, los perros, en el diálogo que sigue, destruyen las posibilidades lógicas de que la profecía, y todas las demás palabras de la bruja, sean verdaderas.

 

Acerca del asunto de la real existencia de la brujería es necesario tomar en cuenta otro factor muy importante: los que hablan son perros y los perros en la vida real no hablan. Es verdad que la explicación puede ser que en realidad sean hombres, y así la hechicería sería verdadera. Pero si esta posibilidad se desecha, la única explicación es que todo sea mentira. Sin embargo, la forma de la novela como coloquio contrasta con la visión de la obra como pura ficción: el coloquio tiene una estructura por la cual los lectores se perciben dentro de la escena, en un diálogo directo con los perros, con un lenguaje casi oral. Pero si la escena tiene un contenido tan lejano de la realidad que los sentidos experimentan, es más difícil "entrar" en la escena y tomarla como posible.

Sara Ragusa

 

 

 

El perro es hombre

Berganza parece ser desde el principio un hombre en figura de perro, "cuyos actos (devolver, por ejemplo, la esportilla vacía al primer amo, o morder al cuarto dueño) corresponden en aparencia a los de un can, pero son en realidad los de un ser racional, de maduro juicio y con un agudo sentido del humor."

 

Benedetta Regalia

 

  

La apariencia esconde la verdad

Toda la novela presentan un doble sentido de apariencia y de verosimilitud. La bruja Montiela, por ejemplo, parece dormir en un tálamo de flores, pero en cambio está a punto de morirse; el rito mágico de las unturas, de que se sirven las brujas para adquirir otra dimensión, no es más que una privación de los sentidos. Otra vez, la realidad está ocultada por una apariencia y " las visiones de las brujas solamente son alucinaciones producidas por menjurjes y drogas."

Benedetta Regalia

 

 

  Bien y Mal

Hay que notar que el perro protagonista no es totalmente bueno y virtuoso. Él discurre con razones filosóficas; habla de cómo portarse y siempre va buscando el aspecto negativo de sus amos. En efecto, casi todos sus amos tienen defectos o malas costumbres. Pero, ni siquiera él es un modelo de virtud. En el texto, podemos observar el desprecio de Berganza por la bruja (siente repugnancia, porque es vieja) y aun tiene el impulso de morderla. Además, considerando toda la novela, podemos observar que el perro está al servicio de sus amos para dos fines principales: comer y recibir caricias (por ejemplo deja al amo poeta porque come poco). Es verdad que abandona a sus amos casi siempre porque no se portan bien, pero él actúa siempre como un pícaro buscando su propio provecho: sobrevivir.

No considero correcto representar al perro sólo como un símbolo de virtud y de buena conducta. Berganza puede ser considerado como un "ser humano", con defectos y pregios. En mi opinión, Cervantes no quiere distinguir el bien y el mal tan radicalmente. El mal está presente en el hombre, es algo inalterable en la condición humana. El mal y el engaño, además, son características permanentes en la naturaleza del hombre. El ser humano tiene en sí mismo el germen del bien y del mal.

Chiara Porzio

 

 

El contraste entre el bien y el mal

En la novela está marcada muy bien la contraposición entre Bien y Mal, entre Dios y magia. Cervantes ha querido representar el mal en la persona de una mujer que se había rebelado al orden tradicional, social y religioso. La bruja puede encarnar los anti-valores de la sociedad contemporánea y al mismo tiempo expresar características humanas y concretas.

Aun desde el punto de vista religioso, el autor logra distinguir claramente la religión oficial de lo que no pertenece a la ortodoxia. Todos los ungüentos servían para unirse al diablo, todas las fórmulas mágicas servían para evocar a los espíritus; esto es -sin duda- uno de los elementos más eficaces para distinguir la magia de la religión oficial, y ésta es la oposición entre Bien y Mal.

Francesca Donatacci

 

El contraste hombre-perro

 

El perro es el representante y el producto de un maleficio: su inteligencia, su superioridad moral se quedan encarceladas en un cuerpo ajeno y, sobre todo, por su naturaleza animal, pierde el alma y no puede alcanzar a Dios. ¿Por qué Cervantes escoge al perro y no a otro animal? Porque el perro es el que simbólicamente encarna la paradoja entre seres humanos y animales. Posee cualidades que, muchas veces, les faltan a los hombres, sobre todo la fidelidad y, por eso, merecería ascender a Dios más que los hombres. Sin embargo, por su misma condición, a su superioridad moral no corresponde ninguna posibilidad de desarrollo espiritual.

Un hombre, además, no podría revelar las contradicciones de la sociedad mejor que nuestro personaje, el perro Berganza, porque le faltaría objetividad.Participantes.htm

Sara Colombo

 

   El contraste con la realidad

Apariencia, fantasía e irrealidad se mezclan en el universo de Cervantes, que las utiliza como medio para oponerse a la realidad. En la lucha por la vida, la bruja no podría hacer nada diferente, porque como ella misma dice "la costumbre del vicio se vuelve en naturaleza y éste de ser brujas se convierte en sangre y carne y en el medio de su ardor, que es mucho, trae un frío que pone en el alma tal que la resfría y entorpece aun la fe."

Paolo Montixi

 

 

El juego entre realidad y fantasía

La bruja Cañizares, con su largo monólogo, la descripción de su vida y la de otras dos brujas, nos introduce en un mundo sobrenatural. Pero este mundo mágico, de la hechichería, se revelará al final "un castillo en el aire". Varios elementos ayudan al lector en el paso de la realidad a lo sobrenatural y viceversa.

Es importante, en este sentido, la descripción de la vida de la Camacha, ya que es una bruja muy famosa y sabe transformar a los hombres en animales. Sin embargo, la Cañizares misma nos hace dudar de esta bruja poderosa: la narradora admite no conocer todos sus secretos y nos explica la teoría de la tropelíasegún la cual la Camacha aparece más como ilusionista que como hechicera. De esta manera, la Cañizares casi sin darse cuenta, pone las bases para la costrucción de su castillo fantástico y al mismo tiempo lo destruye. Una situación análoga se verifica cuando describe los aquelarres como sitios reales y concretos para los conciliábulos nocturnos de las brujas, pero luego expone otros pensamientos que confutan su existencia. Nunca parece estar segura de lo que acaba de afirmar:

"…la duda termina prevaleciendo,(…).La conclusión de la primera parte del discurso de la Cañizares confirma, en fin, la duda sobre la verdad de las hechicerías, cuando la bruja declara el mediocre conocimiento que ella misma posee de ese arte:-Sea lo que fuera, lo que me pesa es que yo, ni tu madre…nunca llegamos a saber tanto como ella-"

 

La bruja misma explica sus ritos, comunicando al lector inquietud y duda: "las unturas […] son tan frías que nos privan de todos los sentidos en untándonos con ellas, y quedamos tendidas y desnudas en el suelo.".¿Qué más nos impide pensar que el ungüento no es más que una droga?. "Así, pues, las visiones son producidas por menjurges y drogas; sus alucinaciones son análogas a lo que causan el opio o la cocaína" El lector obtiene la prueba final de la alternancia entre realidad y magia viendo que después del rito la bruja no desaparece, como ella creía. Está inmóvil y fría; su cuerpo a pesar de todo, está presente. Esto destruye la eficacia de la magia, como único instrumento posible para comprender y explicar la palabra de los perros.

Maddalena Bassi

 

La fantasía como clave de interpretación de la realidad

Se puede observar que sólo cuando la bruja Cañizares revela que la fantasía tiene el poder de mezclar lo que es real con lo que es falso, nosotros podemos comprender el mensaje que está escondido en todo el texto: no hay una verdadera realidad, no hay certezas. Para nosotros, la realidad es la que vemos o, mejor dicho, la que creemos ver.

Sara Colombo

 

El valor simbólico del perro 

 

El perro Berganza manifiesta un valor simbólico importante. El perro es un animal, pero se usa esa palabra también para indicar a una persona fiel. Entonces el perro podría ser símbolo de un hombre cualquiera. ¿Por qué Cervantes escoge la figura del perro? La respuesta está en la que parece ser una fórmula mágica, pero que en realidad es un mensaje universal. Parecen palabras de Jesús: "derribar los soberbios", "alzar a los humildes abatidos ", "poderosa mano " (=de Dios). La primera frase ("volverán a su forma verdadera") se refiere a la humanidad, que regresará a su forma primigenia con la Redención. El mensaje es que cada hombre (como la bruja le dice a Berganza) tiene que encomendarse a Dios, ser bueno y sabio para ser verdadero hombre.

El perro podría representar no sólo a un hombre cualquiera, sino a los pobres, porque como él no tienen casa, ni dinero. Es también significativo que en la novela completa, Berganza habla con otro perro (voz activa que dirige el diálogo), porque son dos seres que pertenecen a la misma condición social y comparten las mismas opiniones. Si el perro hablara con un hombre, no sería lo mismo, porque el hombre no tiene la misma visión de la realidad. Para explicar de manera mejor esa idea, se podría pensar en los ricos, que nunca comparten las mismas ideas de los pobres, porque desde su altura no ven algunas cosas, su realidad está disfrazada.

Valeria Macoratti

 

 

 La religión católica y la brujería

El autor representa las creencias populares en la existencia del Demonio y de las brujas, que podían hacer magias y transformar a las personas, como se demuestra en "El licenciado vidriera", en donde un hombre se transforma psicológicamente en un ser de vidrio.

Cervantes representa también a las brujas como figuras ejemplares del pecado; pero va más allá de eso, mostrándonos cómo pueden también ser sabias y tener posibilidad de redención, revelando una visión revolucionaria, con respecto a su época. El autor quiere mostrarnos el peligro del vicio, a través de los pecados de las brujas, pero contempla también la posibilidad de redención. Lo revela cuando dice que las brujas no son pecadoras y malas, aun aparentándolo, ya que perciben la necesidad de dedicarse a obras buenas. Sin embargo, no creen en Dios y no logran alejarse del Demonio, porque están acostumbradas al vicio. En esto consiste otro mensaje del autor, presentándonos a Dios como todopoderoso y al Demonio como su subordinado.

Valeria Macoratti

 

     La visión del mal y del bien

Cervantes alcanza a comunicarnos una visión del mal bastante compleja. En efecto la presencia del Demonio nos da la posibilidad de ver los aspectos complementarios de Dios, su fuerza terrible y su magnífica bondad. Al mismo tiempo, nos hace ver que no existen hombres buenos o malos, sino hombres con más o menos maldad. Entonces no es una casualidad que el autor escoja la figura de la bruja porque representa al Demonio y el grado más profundo de la perversión humana y del vicio. Pero, a la vez, este personaje revela aspectos positivos: manifiesta justas consideraciones, puede ser sabio, ya que a través de sus palabras, el autor nos envía su mensaje. Para concluir Cervantes, nos presenta una visión del mundo compleja y contradictoria, más allá del simple dualismo propio de su época.

Valeria Macoratti

 

 

     Una de las dicotomías de la novela es la del hombre-perro: Berganza y Cipión son transformados en perros, manteniendo la inteligencia humana. Otra dicotomía es la de bien-mal: el hombre se engaña a sí mismo, cuando en lugar de poner su esperanza en Dios, la deposita en la materia y en lo temporal, que encierran el mal en la tierra.

Marica Pastore

 

 

La realidad ambigua

Por medio de una bruja, el lector se entera de la posible naturaleza del perro: sería un ser humano transformado por magia. Así también, la realidad del protagonista no es cierta: ¿es un perro o un hombre? Igualmente ¿las brujas en realidad son brujas? Porque "hay opinión que no vamos a estos convites sino con la fantasía...porque todo lo que nos pasa en la fantasía es tan intensamente que no hay diferenciarlo de cuando vamos real y verdaderamente".

Paolo Montixi

 

Macro-dicotomías

A través de un análisis crítico he llegado a encontrar en El Coloquio de los perros dicotomías, que se pueden considerar como la estructura esencial de la obra, en que se hallan los conceptos fundamentales sobre los cuales Cervantes ha contruido y que es posible resumir en dos macro-dicotomías:

 

BIEN MAL

REALIDAD APARIENCIA

 Sara Sasso

 

 

 

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