Jaime Gil de Biedma
Es un poeta de gran personalidad, su poesía tiene un fuerte carácter cívico, que posteriormente desembocará en una actitud de pesimismo y desencanto de la sociedad en que vive. Su poesía con los años evoluciona hacia un escepticismo nihilista.
En 1959 publica su primer libro "Compañeros de viaje"; sin embargo es "Moralidades", publicada en 1966, que lo consagra y que constituye uno de los libros más sobresalientes de la posguerra. En 1968 aparece "Poemas póstumos", que contiene el autorreproche: "Contra Jaime Gil de Biedma", uno de sus más conocidos y logrados poemas.
En sus primeras dos obras, su poesía se orienta hacia el compromiso social y en algunos de sus poemas queda de manifiesto la denuncia política. Esta poesía, sin embargo, no es tan significativa como aquella en que se basa en el recuerdo, en la experiencia civil y, sobre todo, en aquella que podría definirse la historia moral del poeta.
La originalidad de la poesía de Gil de Biedma está en su capacidad de soslayar el yo y lo individual para describir con ironía y sarcasmo a la clase acomodada, a la que él pertenece. Los temas preferidos de Gil de Biedma son: el amor y el tiempo; sin embargo el tema temporal es el que adquiere gran importancia en el poeta, sobre todo para exponer su conflicto entre experiencia e idea. Su poesía denota una clara influencia de Cernuda y de la poesía inglesa y estadounidense.
En su poema "Noches del mes de junio" (de "Compañeros de viaje"), dedicado a Cernuda, el poeta rememora y sus recuerdos se van actualizando. Al final del poema se produce un cambio brusco y el poeta concluye con un tono racional: "Pero también la vida nos sujeta porque precisamente no es como la esperábamos".
En otro poema, "París postal del cielo", se advierte una sensación de pérdida, no de la persona, sino del amor que se ha vivido con ella. El poeta añora lo pasado y, con la fuerza de su imaginación, revive los momentos mágicos junto a la amada.
No se puede dejar de mencionar su poesía amorosa, compilada en "A favor de Venus" (1965), poesía impregnada de erotismo y que refleja la personalidad del autor, libre de convenciones, ni tampoco el libro en prosa "Diario del artista seriamente enfermo" (1974), sus memorias narradas en un lenguaje muy cotidiano e incluso soez.