EL AMOR:

 

El amor es lo que mueve el caballero: honrar el nombre de su querida lo lleva a extraordinarias aventuras y todo lo que el caballero hace es dedicado a la mujer que él quiere, para ganarse su amor.

En efecto, don Quijote necesita una dama, como todos los caballeros andantes, en respeto del código del amor cortés, y esta es una de sus preocupaciones en la preparación de su primera salida:

Ø      como se puede ver en el capítulo I: don Quijote “..limpias, pues, sus armas, hecho del morrión celada, puesto nombre a su rocín y confirmándose a sí mismo, se dio a entender que no le faltaba otra cosa sino buscar una dama de quien enamorarse ; porque  el caballero andante sin amores era árbol sin hojas y sin fruto y cuerpo sin alma..” Y « ..en un lugar cerca del suyo había una moza labradora de muy buen parecer […]. Llamábase Aldonza Lorenzo, y a ésta le pareció ser bien darle título de señora de sus pensamientos […] y vino a llamarla Dulcinea del Toboso”.

 

El héroe, antes de empezar cada aventura, invoca a su dama :

Ø      En el capítulo II, listo para su primera aventura, don Quijote cabalgaba diciendo: “¡Oh princesa Dulcinea, señora deste cautivo corazón! Mucho agravio me habedes fecho en despedirme y reprocharme con el [riguroso]afincamento de mandarme no parecer ante la vuestra fermosura . Plégaos, señora de membraros deste vuestro sujeto corazón, que tanta cuitas por vuestro amor padece”.

Ø      En el capítulo III, en la venta, don Quijote afrontó a un arriero que para él era un caballero, y antes de esta primera aventura don Quijote puso « ..su pensamiento en su señora Dulcinea.. » y dijo : “Acorredme, señora mía, en esta primera afrenta que a este vuestro avasallado pecho se le ofrece; no me desfallezca en este primero trance vuestro favor y amparo..” y enfrentando a otro, “..embrazó su adarga y, puesta mano a su espada, dijo: “¡Oh señora de la fermosura, esfuerzo y vigor del debilitado corazón mío! Ahora es tiempo que vuelvas los ojos de tu grandeza a este cautivo caballero, que tamaña aventura está atendiendo. Con esto cobró, a su parecer, tanto ánimo, que si le acometieran todos los arrieros del mundo, no volviera el pie atrás.”

 

Don Quijote, siempre según el código del amor cortés, canta la hermosura de su dama:

Ø      En el capítulo IV don Quijote pide a los mercaderes toledanos que confirmen que la doncella más hermosa en el mundo es “la sin par Dulcinea del Toboso”, y añade que lo deben “creer, confesar , afirmar, jurar y defender sin verla”

Ø      En el capítulo XXI don Quijote hablando con Sancho dice que Elena de Troya “.. si fuera en este tiempo, o mi Dulcinea fuera en aquél, pudiera estar segura que no tuviera tanta fama  de hermosa como tiene…”

 

La preocupación constante del protagonista es que su dama sepa de sus hazañas y sea orgullosa de esas:

Ø      En el capítulo XX antes de afrontar los golpes desconocidos, Don Quijote dice a Sancho  de esperarlo tres días, y si él no vuelve, puede  volver a su aldea, “ ..y desde allí , por hacerme merced y buena obra, irás al Toboso, donde dirás a la incomparable señora mía Dulcinea que su cautivo caballero murió por acometer cosas que le hiciesen digno de poder llamarse suyo. “

Ø      En el Cap.XXII él pide a los galeotes que ha liberado , que : “el que de mí habéis recibido, en pago del cual querría, y es mí voluntad, que, cargados de esta cadena que quité de vuestros cuellos, luego os pongáis en camino y vais a la ciudad del Toboso, y allí os presentéis ante la señora Dulcinea del Toboso, y le digáis que su caballero, el de la Triste Figura, se le envía a encomendar, y le contéis, punto por punto, todos los que ha tenido esta famosa aventura hasta poneros en la deseada libertad.. ».

Ø      En el capítulo VIII don Quijote pide a la señora vizcaína, que piensa haber salvado, como recompensa, ir al Toboso para contar a Dulcinea lo que él hijo.

 

Además don Quijote es seguidor de las reglas del amor cortès, en particular la de la fidelidad:

Ø      En el capítulo VIII "toda aquella noche no durmió pensando en su señora Dulcinea”

Ø      en el XVI cuando creía que la hija del ventero se había enamorado de él se “propuso en su corazón de no cometer alevosía a su señora Dulcinea, aunque la mesma reina Ginebra con su dama se le pusiesen delante ” , porque Dulcinea es la única señora de sus “más escondidos pensamientos”.

 

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