En este periodo
de crisis de valores, en el que pareciera que ni Dios se ocupa del hombre, el
caballero mantiene su fe en Él y cree en los ideales cristianos de caridad, de
bondad, de piedad y de igualdad.
Ø
En el capítulo
XX de la I Parte, cuando Sancho pide a Don Quijote de postergar la batalla
hasta el alba, él responde : « .. que Dios, que me ha puesto en
corazón de acometer ahora esta tan no vista y tan temerosa aventura tendrá cuidado de mirar por mi salud y de consolar
tu tristeza..”
Ø
Viendo algunos galeotes, en el capítulo XXII (I Parte), don Quijote
decide que es una situación perfecta por un caballero, porque
" ..aquí encaja la ejecución de mi oficio : desfacer fuerzas y
socorrer a los miserables.. ". Pidiendo a las guardias que liberen
los galeotes, afirma que : "Allá se lo haya cada uno con su
pecado ; Dios hay en el cielo, que no se descuida de castigar al malo, ni
de premiar al bueno..".
Ø
El hecho de que sus deberes de caballero andante
derivan de Dios es afirmado en el capítulo
VI de la II Parte , cuando don Quijote, respondiendo a la ama y a la
sobrina, dice que "en balde cansaros en persuadirme a no quiera yo lo que
los cielos quieren, la fortuna ordena y la razón pide, y, sobre todo, mi
voluntad desea”, o sea ser caballero andante.